Los políticos "clásicos" del bipartidismo se llevaban la pasta directamente, a través de "donaciones", comisiones, meteduras de cucharón o participaciones en negocios, etc. Pero eso a la larga ha ido saliendo a la luz y no ha resultado un sistema seguro. No hay más que ver los casos que han llegado a los tribunales. Además, hay que tener algún nivel de conocimientos para trajinar la mayoría de estos asuntos, que los políticos de ahora no tienen. Por eso, han puesto de moda otro tipo de chollo:
EL CHIRINGUITO "LEGAL"
1) Se empieza por tener una idea, lo más estúpida e inútil posible. Por ejemplo, abrir una "Oficina del Calor", hacer un póster de gordas en la playa o pintar en cada calle un cartel que diga "Calle amiga".
2) Se aprueba el proyecto y se provee lo necesario para realizarlo. O sea, se buscan los amiguetes (que no es necesario que sepan hacer nada) y el local, o la pintura, o lo que haga falta. Y con eso ya está el dinerito cambiando de bolsillos.
3) Después, en el mejor de los casos se lleva a cabo la cosa inútil, pero, en otros, si se encuentra mucha oposición, se deja correr. Total, el dinero ya se ha movido que era el objetivo, lo demás no importa.
4) Ejemplos
a) El belén trastero de la Colau, por poner 7 muebles viejos, costó 97.000 euros. ¿O debería decir "sirvió para robar 97.000 euros"? Que fueron a parar a una amiguet@, claro, artista donde las haya.
b) Otro ejemplo: el póster de la cajera de Vallecas. 80.000 euros que se evaporan, de los cuales sólo 5.000 se emplean en el póster, que acaba haciendo en media hora alguien con el Photoshop, fusilando imágenes de la red que encima tienen copyright.
- c) Otro más. ¿Cuánto pensáis que puede haber costado pintar el cartelito "camí amic" (camino amigo) ocho veces en todos y cada uno de los cruces de las calles de Badalona, que son miles? Pues ahí está. Por supuesto, el cartel da mucha seguridad y tranquilidad, sobre todo a la gente mayor (nótese la ironía).
¿Veis? No es son robos ni es corrupción, simplemente se han encargado unos trabajos inútiles pero presupuestados y se han pagado, en pequeñas cantidades para no llamar la atención ni necesitar concurso (al puro estilo Laura Borrás), todo de lo más legal y superhonesto.
Cuando veáis un proyecto muy tonto y absurdo, por ejemplo, poner zapatos a los perros o pintar de morado los bancos, no penséis que están locos o son idiotas. Ellos, no. Es su modo de sacar pasta, ya que no saben hacer nada útil. Los que lo aguantamos sin rechistar, esos sí que puede que estemos un poco sonados.