La fotografía habla por sí misma. Tengo esperanza de que haya nuevas elecciones, y de que no salga de ellas un gobierno frankenstein. Porque la realidad está empujando con fuerza, España hace aguas por todas partes, la inseguridad y la crisis económica no son fantasmas que agite la derecha sino que ya están aquí. En una semana, ha habido más crímenes en Barcelona que en cinco años. Y no es una concentración casual, es que los delincuentes han tomado la ciudad impunemente, se han hecho dueños, la policía los esquiva, los jueces los devuelven a las calles. Cataluña está totalmente dividida y enfrentada. Ya aparecen nacionalismos secesionistas hasta en Andalucía. Digan lo que digan las encuestas, no podría creer que la mayor parte de la gente en España no sienta vértigo de meterse en un gobierno controlado por un PSOE tanto o más corrupto que el PP, por los comunistas totalitarios por definición, los filoterroristas, los independentistas, los alborotadores, feminazis y free riders... ¿Y el trabajo, el piso, la letra del coche, los estudios de los hijos, las pensiones, las falsas denuncias...? ¿Quién los va a pagar, los ricos? Esos se largarán en cuanto se ponga la cosa fea. ¿Es que eso no importa?
Hay otro factor que puede influir: en las pasadas elecciones, VOX no tenía presencia parlamentaria y se le excluyó de los debates. Esta vez no será así. Por supuesto que VOX no va a ganar las elecciones, incluso podría perder escaños, no lo sé. Pero lo que me parece clarísimo es que el discurso de Abascal no es de extrema derecha y eso se ve, sino de sentido común, con argumentos precisos, datos claros, sólo dice lo obvio, lo que ya está pasando, ¿es que no veis la televisión, no leéis la prensa? Las verdades brillan más que las mentiras. ¿En qué es VOX de extrema derecha o facha? Enfrentar dialécticamente a Pedro Sánchez con Santiago Abascal es como poner a un niño de 5 años frente a un profesor de instituto. Hace falta tener muy pocas luces para confiar en Sánchez, para no ver qué es lo que se avecina y hacia dónde nos lleva. ¿Qué tendrá que hacer este hombre para aprobar los presupuestos, con los votos de toda esa gente contraria a los intereses de España? Ya visteis con Zapatero cómo fue, y entonces no había ni independentismo ni avalancha inmigratoria ni tanta crisis de valores como ahora amenazan. Abascal va a mostrar lo que es Sánchez, lo va a enfrentar a su ignorancia, a su impostura intelectual y sus ambiciones personales. La alternativa de gobierno seguramente es Casado, pero el escollo de Sánchez es Abascal. No creo que haya en España tantos votantes cerriles de solemnidad como para preferir el caos en el que todos perderemos, por simple nostalgia. El PSOE de Sánchez no es el PSOE de González y Guerra. En el peor de los casos, si se ha de elegir entre susto y muerte, el susto se pasa. La muerte, no.