16 de septiembre de 2021

175ª noche - La clave

 Hace tres años, la pregunta era ésta:


Y la respuesta. ésta:

Porque en el PSOE hay cientos de miles de personas, la segunda y tercera generación del felipismo, que han decidido vivir de la política toda su vida, como si fuera un negocio familiar, del mínimo esfuerzo, no tienen otro medio de vida ni otra preparación. Alcaldes, concejales, amigos y familiares de unos y otros, cargos regionales, pseudofuncionarios, empresas contratadas, prestadores de servicios... Un montón de gente que de un modo u otro vive del dinero público. Y que en su mayor parte, en el PSOE, no tiene otro medio de vida. El día que pierdan el cargo, al paro o a vender seguros a domicilio (antes se vendían enciclopedias). ¿Y en el PP? Ya habrían querido, pero hasta el 96 no tocaron la ubre... Bastantes cachorros de dirigentes del PSOE están hoy en Podemos o IU, y en la misma situación mamadora.
Amarrarse al pilón no es capricho opcional; es necesidad de supervivencia. Al felipismo siguió la travesía del desierto, se mendigaban subvenciones para las tablas que salvación que fueron las ONG. ¡Vaya con las ONG, hechas a la medida! Y cuando parecía no haber solución, de pronto, el 11-M. Y con él, Zapatero. El poder en manos de un partido sin norte y de un presidente que no sabía ni abrir una puerta. Ocho años de oxígeno para el partido, a los que han seguido diez años venenosos para todo el país. Y ahora, de pronto otra vez, Pedro Sánchez. Y la gente del partido diciendo: "No nos importa cómo lo hagas, votaremos lo que sea, pero tenemos hambre, llévanos al filete". Y Pedro lo ha hecho, no le ha importado cómo, y encantado de haberse conocido está, en su mundo de mujeres abducidas.
Pero no todo el PSOE es así. También hay gente honesta, con principios. De momento callan, para que no los linchen los estómagos agradecidos. Pero pronto los reconoceréis, porque empezarán a hablar, y a decir NO. ¿Quién tendrá el honor de ser el primero? Puede que en algunas votaciones próximas, Sánchez no tenga todos los votos del PSOE. En democracia, el poder ha de sentarse en los votos del pueblo, sin trampa ni traición. Cosa que en este momento el PSOE no cumple. Por eso, el PSOE digno, el que conocimos desde el 78 hasta Zapatero y que está definitivamente ausente con Sánchez, ha de ir a elecciones generales YA.

AHORA LA PREGUNTA ES:

¿ES QUE NO QUEDA UN SOCIALISTA DECENTE?