6 de agosto de 2019

149ª noche - Eduardo Krüger: Primer Premio del Concurso Bioy Casares 2012



Eduardo Krüger se define como «un viejo escritor novel. O algo así».  Y puede que tenga algo de razón en ello, porque escribe desde 2005, ya catorce años atrás, pero mantiene la mirada limpia y curiosa de quien se acerca a algo, o a alguien, por primera vez.  Lo conocemos desde sus comienzos como escritor, a través de los foros literarios de Internet. Al leerle, percibimos enseguida que Eduardo no es un aficionado más, con un poco de tiempo libre. Tiene un don que en general es muy escaso: el talento.  Por eso, no fue ninguna sorpresa que en 2012 ganara el Primer Premio del «Concurso Nacional de Cuento y Poesía Adolfo Bioy Casares», de su Argentina natal. Una colección de relatos que, según sus propias palabras «… es una mezcla de varios cuentos que amo con otros que aprecio menos. Todos salieron de mí, en todos hay algo mío. Si los ordenara cronológicamente, los más jóvenes son los que amo casi incondicionalmente. Puse en ellos mucho más que algo mío. Descreo de lo épico, pero en el fondo escribo sobre eso. Mis héroes lo son porque luchan y sobreviven cotidianamente y como pueden a lo que les toca enfrentar, aun intuyendo que lo único seguro en sus vidas es la muerte».

Por deseo del autor, compartimos su libro en PDF de modo gratuito. Esperamos que les agrade tanto como nos ha gustado a nosotros. Con ustedes, Eduardo Krüger.


Pulsa sobre la portada para descargar el PDF

e-Mail del autor:


Estas son algunas de las críticas que el libro recibió, presentado bajo el seudónimo M.J.Lucas:



3 comentarios:

Blanca Miosi dijo...

¡Qué buena noticia, Fernando! ¡Un privilegio contar con Eduardo en el foro!

Mario Archundia dijo...

Vaya con el che araña, sos un personaje misterioso, pero trabajador y leal, gracias amigo, y mas por que estas mas vivito que mis esperanzas de ser como vos..

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Pues muchísimas gracias por tan grata información, amigo Fernando. He bajado el PDF y ya me tiene enganchado,¡qué bien escribe este señor! Un fuerte abrazo.